Algunas señales susurran. Un dolor sutil en la parte baja de la espalda o un parpadeo en la farola que siempre se vuelve roja justo antes de cruzar. A veces son tan pequeñas como unas encías sensibles e inflamadas, un indicio silencioso del cuerpo de que algo más profundo puede necesitar atención. Estas señales no existen para asustarnos. Existen para redirigirnos. Para ayudarnos a cambiar de ruta antes de desviarnos demasiado. Nos piden que nos demos cuenta, que nos adaptemos, que reparemos lo que está fallando antes de que se rompa.
De todas las señales silenciosas que envía el cuerpo, las encías inflamadas son de las más fáciles de pasar por alto. Un poco de enrojecimiento, algo de sensibilidad, tal vez un poco de sangrado al cepillarse. Es natural pensar que no es nada. Pero merece la pena prestar atención a estos pequeños cambios. Son la forma que tiene tu boca de pedirte un poco más de cuidado antes de que las cosas empeoren. Si te das cuenta a tiempo, tendrás más posibilidades de mantener una sonrisa sana y fuerte.
¿Por qué tengo las encías inflamadas y rojas?
Cuando las encías aparecen inflamadas y enrojecidas, están reaccionando a la irritación causada por las bacterias a lo largo de la línea de las encías. El tejido se inflama, se vuelve sensible y es más probable que sangre al cepillarse o usar hilo dental.
La causa más común es la gingivitis, la fase más temprana de la enfermedad. enfermedad periodontal. La placa, una capa pegajosa de bacterias, se acumula en los dientes e irrita el tejido gingival circundante. Las bacterias de la placa producen toxinas que desencadenan una respuesta inflamatoria, provocando que las encías se vuelvan rojos, hinchados y doloridos.
Afortunadamente, la gingivitis a menudo puede revertirse con una mejor higiene bucal y atención profesional. Un cepillado minucioso y el uso de hilo dental, combinados con una limpieza dental, pueden ayudar a eliminar la placa y permitir que las encías cicatricen y vuelvan a un estado saludable.
Si no se trata, la inflamación puede avanzar hacia los tejidos y el hueso que soportan los dientes. Esta fase avanzada, denominada periodontitis, puede provocar la retracción de las encías, la pérdida de piezas dentales e incluso la pérdida de dientes.
Las encías inflamadas y enrojecidas son una señal importante de que tu boca necesita atención. En atención inmediata y una higiene bucal constante, puede prevenir daños mayores y devolver la salud a sus encías.
¿La inflamación de las encías se debe a la dentadura postiza o a los implantes dentales?
Vamos a acabar con un mito muy extendido: perder los dientes naturales no significa que no tengas problemas de encías. Tus encías siguen necesitando cuidados, tanto si llevas dentadura postiza como implantes dentales o ambos. Las encías inflamadas pueden producirse y merece la pena prestarles atención.
Para dentadura la irritación suele deberse a una enfermedad denominada estomatitis dentariaque es una forma elegante de decir que tus encías están enfadadas debajo de esas placas. Cuando las dentaduras postizas no quedan bien ajustadas, no se limpian bien o atrapan humedad y bacterias, los tejidos blandos de debajo pueden enrojecerse, hincharse y doler. Una infección por hongos también puede contribuir al problema, empeorando la situación. Incluso una dentadura perfectamente limpia que roce en el lugar equivocado puede crear irritación e inflamación con el tiempo.
Si tiene implantes dentalesla historia cambia ligeramente. En este caso, las encías inflamadas pueden como la mucositis periimplantaria o su contraparte más graveperiimplantitis. Ambas están causadas por la acumulación de placa bacteriana alrededor del implante. Al igual que la enfermedad de las encías en los dientes naturales, la infección comienza en el tejido blando. Si no se controla, puede llegar al hueso y amenazar la estabilidad del propio implante.
¿Qué puedo hacer para mantener unas encías sanas?
Las encías están en primera línea de la salud bucodental, defendiéndose constantemente de las bacterias y la irritación. Sin embargo, a menudo se pasan por alto hasta que empiezan a doler o a sangrar. Tomar unas sencillas medidas cada día puede ayudar a prevenir estos problemas y mantener las encías fuertes, cómodas y capaces de soportar los dientes a largo plazo.
Empieza cepillándote los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dentífrica con flúor. Coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia la línea de las encías y realiza movimientos suaves y circulares. Cepillarse con demasiada fuerza o saltarse la línea de las encías permite que las bacterias se acumulen donde pueden causar más daño.
Utiliza hilo dental todos los días para limpiar entre los dientes y bajo la línea de las encías. Un cepillo de dientes no puede llegar a esas zonas, que son exactamente donde se esconden la placa y las partículas de comida. Utiliza un enjuague bucal antibacteriano para eliminar las bacterias y mantener un aliento fresco. Esto proporciona a tus encías una capa adicional de protección contra las infecciones.
Por fin, visite regularmente nuestra oficina para limpiezas y revisiones profesionales. Nuestro higienista puede eliminar el sarro que usted no puede eliminar en casa, y podemos detectar signos tempranos de enfermedad de las encías antes de que se conviertan en graves.
Cuide sus encías como se merecen
Cuando las encías se inflaman, se vuelven sensibles o se enrojecen, no se trata sólo de un pequeño inconveniente. Es la manera silenciosa de su cuerpo de pedir atención. En Carolina Dental Arts, tomamos esas señales en serio, y estamos aquí para ayudarle a hacer lo mismo. Con una limpieza suave, un chequeo completo, y la orientación adaptada a sus necesidades, podemos ayudar a calmar la irritación, prevenir daños mayores, y mantener su sonrisa sana en los años venideros. Programe su visita con nosotros hoy mismo y dé a sus encías la atención que se merecen.
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