Cuando se come algo o se beben grandes cantidades de líquidos gaseosos, las bacterias echan raíces en el esmalte de los dientes, lo que provoca caries, dientes astillados, dientes manchados, etc. Desgraciadamente, esto no es todo, también puede dañar las encías, los huesos y la estructura general de los dientes. Desgraciadamente, la cosa no acaba ahí, ya que pueden dañar las encías, los huesos y la estructura general de los dientes.
La Clínica Dental Chapel Hill es uno de los lugares más conocidos para visitar por su salud oral. El dentista trata el problema desde la raíz y, con el seguro dental adecuado, puede conseguir prácticamente una dentadura nueva. Sin embargo, si no tiene cuidado con sus hábitos alimenticios, los implantes, los conductos radiculares, los puentes, las dentaduras postizas, las caries, etc., acabarán cediendo.
El esmalte y las encías sufren
El cóctel de comida que no aporta nada nutritivo siempre parece y huele apetecible. Los niños suelen ser presa de ello, ¡lo que les lleva a visitar al dentista más a menudo de lo que van al colegio! Una dieta rica en calorías y comida basura puede hacer que un niño pierda sus blancos dientes en favor de una dentadura asequible. Por lo tanto, es esencial educar a los padres y/o cuidadores sobre las trampas de la comida basura.
Hay buenos alimentos que combaten la caries y el deterioro de los dientes con un valor nutricional adecuado, como los alimentos ricos en calcio (leche, queso), el ácido fólico, las verduras de hoja verde, etc. El objetivo para que tus dientes estén en buena forma es asegurarte de que utilizas el hilo dental después de cada comida. Si no puedes, haz gárgaras en la boca para eliminar por completo cualquier alimento alojado en ella.
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